Bienvenidos a Tecnología, Información y Comunicación

"No hay más que asomarse a las puertas de la tecnología y la ciencia contemporánea para preguntarse si es posible vivir y conocer ese mundo del futuro sin un enorme caudal de preparación y conocimientos".


F.C.

lunes, 23 de junio de 2008

Resolución de Problemas

Hay una diferencia básica entre el concepto "problema" y "ejercicio". No es lo mismo hacer un ejercicio que resolver un problema. Una cosa es aplicar un algoritmo de forma más o menos mecánica, evitando las dificultades que introduce la aplicación de reglas cada vez más complejas, y otra, resolver un problema, dar una explicación coherente a un conjunto de datos relacionados dentro del contexto. La respuesta suele ser única, pero la estrategia resolutoria está determinada por factores madurativos o de otro tipo.
La estrategia de resolución de problemas es mucho más rica que la aplicación mecánica de un algoritmo, pues implica crear un contexto donde los datos guarden una cierta coherencia. Desde este análisis se han de establecer jerarquías: ver qué datos son prioritarios, rechazar los elementos distorsionadores, escoger las operaciones que los relacionan, estimar el rango de la respuesta, ...
Una parte importante de los errores en la resolución de problemas son las dificultades de comprensión lectora. La tendencia de operar todos los datos presentados, venga o no a cuento, certifica esta falta de comprensión global. Por otra parte, los alumnos resuelven mejor los problemas si alguien se los lee que si los lee el mismo. Ello constituye un error pedagógico muy frecuente, porque cuanto más facilitemos los docentes el aprendizaje, menor será el esfuerzo del alumno por aprender y por tanto menor será el aprendizaje.
No todos los alumnos llegan a comprender los contenidos fijados en los curriculums oficiales de la enseñanza obligatoria: unos no pueden y a otros no les interesan lo más mínimo..., pero a todos les será necesario un cierto dominio en la comprensión de órdenes escritas y una cierta fluidez en la utilización de conceptos básicos tan necesarios para su futura ocupación laboral como para su vida.
El alumno dedica muy poco tiempo a la resolución de un problema. La dificultad no conlleva significativamente más tiempo de dedicación a resolverlo. En parte ello es consecuencia de la falta de hábitos en esforzarse por conseguir las propias metas. Es una obviedad, no sólo que no disfrutan ante los retos intelectuales sino, que no estan dispuestos a "malgastar" el tiempo pensando. Sería conveniente intentar romper este círculo vicioso y hacerles disfrutar de los resultados logrados a través del esfuerzo y dedicación.
El aprovechamiento de la actividad mental como elemento dinamizador de la práctica docente ha de tomar cuerpo a medida que el sistema educativo se generaliza a todos. Lo que servía en la educación principal, deja de ser válido cuando en las aulas coexisten una disparidad de niveles académicos tal, que la mayoría de las veces imposibilitan la magistralidad del profesor. Dicha práctica ha de ser utilizada con menos frecuencia y ha de dar paso a otras formas de organización del aula, complementarias y alternativas a las existentes.
Es importante reconocer que la Resolución de Problemas como técnica, debe ser ampliamente descrita en todos los niveles de educación, para poder "enseñar a pensar" y "enseñar a hacer" a todos nuestros alumnos.

Modelos de Diseño de Instrucción en Educación Superior

Los modelos instruccionales son estrategias que los instructores emplean en el proceso de enseñanza y aprendizaje, de forma sistemática, fundamentados en teorías del aprendizaje, los cuales incorporan elementos fundamentales del proceso de Diseño Instruccional, que incluye el análisis de los participantes, la ratificación de metas y objetivos, el diseño e implantación de estrategias y la evaluación.

Por su parte, El Diseño Instruccional, en su definición más sencilla, es un proceso sistemático, planificado y estructurado donde se produce una variedad de materiales educativos de acuerdo a las necesidades de los aprendices, asegurándose así la calidad del aprendizaje.
Estos modelos instruccionales han permitido mejorar la actividad formativa, fomentando la participación en nivel horizontal de todos los actores del proceso educativo (i.e. Instructores, alumnos, herramientas y materiales instruccionales, otros…).
En la actualidad, la educación a la que se estaba acostumbrado, dónde existía una estructura vertical, es decir, un docente que impartía todos sus conocimientos y unos alumnos que los recibían, quedó rezagada gracias a la inclusión de los modelos instruccionales, ya sea la adaptación de alguno o la mezcla interactiva de ellos, logrando así mejorar el nivel de adquisición de conocimientos de parte de los alumnos y permitiéndole al docente, agregar aspectos cognoscitivos y contextuales de cada uno de los participantes de la instrucción.
En otras palabras, la inclusión de nuevos paradigmas instruccionales, dónde se toma en cuenta el perfil del estudiante, sus conductas, sus conocimientos previos y la información que manejan, han permitido un cambio notable y una mejora sustancial en los beneficios y posteriores usos que cada estudiante hará con los conocimientos adquiridos y con el reconocimiento del por qué y para qué de cada tema que estudia.
Así mismo, y en virtud de estos aprendizajes, los estudiantes con actividades académicas basadas en modelos cuya instrucción se genera de manera sistémica, tal como el de Dick, Carey y Carey, tienen ventajas en términos de Competitividad en el entorno laboral y en cualquier entorno, sobre aquellos cuya instrucción sigue basándose en el modelo vertical antes descrito.
Además, los constantes cambios del entorno y el uso de herramientas instruccionales, apoyadas en las tecnologías de información y comunicación, han logrado aminorar la brecha digital que existía entre cada uno de los componentes de la Sociedad (órganos gubernamentales, instituciones educativas, empresas..).

En cuanto a la propuesta de Dick, Carey y Carey (2001), con su enfoque sistémico y tomando como base el gran auge de los medios informáticos y telemáticos en la mayoría de los centros de Educación Superior, es completamente factible hacer la implantación de dicho modelo para el diseño de instrucción en educación superior. Sin embargo, es necesario diferenciar las áreas temáticas y las estrategias adecuadas para cada una de ellas. Por ejemplo, las herramientas instruccionales para la asignatura Lógica Algorítmica, aplicadas a un grupo de estudiantes de informática no podrán ser iguales a las estrategias que deben seguirse para esta asignatura en estudiantes de Finanzas.
En general, desde el punto de vista sistémico, es más productivo diseñar una estrategia de instrucción tomando en cuenta todos y cada uno de los elementos participantes, sus características y definiciones, necesidades o requerimientos y la sinergia que puede producirse, que mantener un enfoque que no discrimine cada uno de los elementos y por tal evada o ignore partes importantes y necesarias del proceso de enseñanza. Con esto, no quiere decirse que el enfoque sistémico es “fácil” de aplicar, simplemente se asegura que es más completo y cubre mejor las necesidades de la situación actual.

Sin embargo, además de estas fortalezas, los modelos de diseño instruccional de procesos sistémicos, presentan debilidades en su aplicación. A nivel de educación superior, uno de los problemas latentes es que la mayoría de los profesores, aunque posean una habilidad extraordinaria en la materia que instruyen, no poseen las habilidades pedagógicas o andragógicas necesarias para ser agentes efectivos del proceso de aprendizaje. En general, se encuentran ingenieros, administradores, economistas y licenciados, pero algunos no tienen o han tenido la preparación necesaria para definir una planificación y diseño de la instrucción óptimo, para que sus alumnos consideren sus asignaturas como una herramienta para su futuro profesional y no como un “filtro” que les evita obtener tan anhelada meta como lo es su título de pregrado.